martes, 5 de octubre de 2010

La Luna no siempre giró alrededor de la Tierra


A lo largo de la historia, se han enunciado muchas teorías sobre el posible origen de la luna. Con el paso del tiempo, y el mayor conocimiento sobre la Luna, su composición y avances científicos en general, la mayoría de las teorías han sido prácticamente descartadas. La que perdura a día de hoy como válida es conocida como la Teoría del Gran Impacto, pero al igual que otras teorías previamente aceptadas, tiene puntos clave de la estructura Tierra-Luna que no explica de forma certera.
A continuación, os presento las teorías más populares que se han enunciado.

Teoría de Condensación

Esta teoría propone que la Tierra y la Luna son condensaciones individuales de la nébula que formó el sistema solar, con la Luna formada orbitando al rededor de la Tierra.
Si esta teoría fuese la correcta, la cercanía de la Luna y la Tierra habría hecho que ambas hubieran tenido la misma composición. Por lo tanto, la Luna debería tener un núcleo férreo que no posee. Del mismo modo, no explicaría la existencia de sustancias volátiles que componen la roca Luna, tales como el agua.


Teoría de Fisión
Esta teoría propone que la luna fue una vez parte de la Tierra, y debido a la fuerte velocidad rotatoria que aquel momento tenía la Tierra, parte del manto correspondiente con el actual Océano Pacífico se desprendió, creando con el paso del tiempo la Luna.
Esta teoría se creía posible debido a que la composición de la Luna se asemeja a la composición del manto terrestre en aquel momento, pero a día de hoy deberían existir evidencias fósiles del rápido giro rotatorio de la tierra que no existen. Además, esta teoría tampoco explica la existencia de sustancias volátiles en la roca lunar.


Teoría de Captura
Esta teoría expone que la Luna se formó en otro lugar del Sistema Solar, y que más tarde fue capturada por el campo gravitatorio de la Tierra. Esta teoría explicaría las diferencias en la composición química existentes entre la Luna y la Tierra.
En su contra, se cree extremadamente improbable el hecho de que la Luna fuera capturada por la el campo gravitatorio de la Tierra. Para que esto ocurriera, algo tendría que haber ralentizado a la Luna la velocidad precisa en el momento y lugar adecuados. Esta teoría, seguiría sin explicar la existencia de sustancias volátiles en la roca lunar.


Teoría del Gran Impacto
Esta teoría, es la más aceptada desde su enunciación en 1974 por William K. Hartmann y Donald R. Davis en una conferencia sobre satélites. Esta teoría propone que Theia, un pequeño planeta del tamaño de Marte formado en la misma órbita que la Tierra, colisionó con la Tierra justo después de su formación. El núcleo de Theia se hundió en el núcleo terrestre y su manto sería expulsado junto una cantidad significativa del manto terrestre. Este material expulsado terminaría juntándose para formar la Luna orbitando al rededor de la Tierra.
Esta teoría explica por qué la Luna está compuesta en su mayor parte de roca sobrecalentada, del mismo modo que explica la inclinación del eje de rotación terrestre, siendo la única de las teorías existentes que lo hace. De hecho, simulaciones hechas por ordenador corroboran los datos físicos de esta teoría para una velocidad entre 40.000 km/h y 50.000 km/h.
Pero pese a ser la teoría más aceptada, sigue habiendo varias incógnitas que esta hipótesis no resuelve. La gran mayoría de estos problemas de la teoría están relacionados con la composición química de la Luna en relación con la composición química de la Tierra, que muestran inconsistencias en las relaciones entre los elementos volátiles en la Luna y la Tierra, las cantidades de óxido férreo y las cantidades de elementos siderófilos en la Luna.



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